TOMANDO CONCIENCIA I

Noviembre del 2000

Por el undécimo mes, del tercer milenio, un tipo llamado George Bush,es presentado ante la opinión pública mundial, como el ganador de las elecciones del país más poderoso de la faz de la Madre Tierra.

Al verlo ante las cámaras,mi memoria retrocedió hasta que tenía aproximadamente 11 años, no daba crédito a lo que mis ojos veían, no podía ser, era el mismo tipo, que 8 o 9 años antes había dado la orden de bombardear día y noche un país llamado Irak,del cual a esa edad, poco sabía yo de su situación geográfica,social,política o cultural.Tampoco a esa edad, sabía de guerras,ni de las causas que las desencadenaban,ni de sus consecuencias,ni de sus interesados y sus intereses en ellas, ni de sus instigadores, ni de los que las apoyaban etc,etc,etc, pero en fin ese hombre llamado George H Bush,fue el que dio la orden para que se iniciaran los fuegos artificiales televisados mundialmente(llamados tormenta del desierto) para los consumidores de mentiras de la gran productora de engaños que es la televisión global.Que a mí,a esa tierna edad de 11 años me gustaba contemplar ese espectáculo de luces y colores televisados para todo el planeta y con esos comentaristas, que la narraban, como si fuesen comentaristas deportivos.Eso si, no había preguntas en mi interior solo contemplaba el espectáculo, que nos ofrecían nuestros telediarios a la hora del desayuno,de la comida y de la cena.

Pero volvamos al 2000,cuando ya sí me formulaba preguntas.¿Podía ser el mismo hombre, con el poder de hacerse mas joven en vez de más viejo? Si era así ,solo había una respuesta para esa pregunta,ese hombre había pactado con el mismísimo Diablo,pero la respuesta era que no. Uno era George H Bush (padre) y el otro,mas reciente en el tiempo,era el nuevo clon Gerorge W Bush (hijo).

Los méritos del nuevo Bush, hasta ese mismo día que fue presentado al mundo fueron más bien pocos, (gracias a su ilustrísimo apellido Arbusto, dirigió varias empresas que arruinó,mientras el llenaba sus bolsillos y un equipo de fútbol americano donde lo único bueno que hizo fue llenarse los bolsillos nuevamente con montones de millones de dólares,tampoco le fue mejor como gobernador de Texas, donde su único logro fue ser el gobernador que más sentencias de muertes a firmado, desde que se restableció la pena de muerte en Texas,) pero poco importaba eso, lo único que importaba de verdad,de verdad estaba por llegar.¿A quienes les interesaba que un nuevo Bush más patético todavía que el anterior, gobernara la única superpotencia del mundo? Porque este hombrecillo sin principios, no fue el justo vencedor de unas elecciones libres,fueron los hombres de su padre y sus lacayos los que usurparon el poder ilegalmente.

Fue patético el tiempo de espera en conocer al falso vencedor de las elecciones en el coloso americano, miles de votos desaparecieron, otros tantos nunca llegaron a tiempo, a miles de ciudadanos libres y con derecho a voto, se les prohibió el voto por los más bariopìntos motivos y otros tantos miles de etcéteras,hasta que días después, no en las urnas, si no un fallo judicial a su favor declaró que el nuevo emperador del imperio sería el inepto,el inculto,el mal educado,el hombre sin currículum ,el vacío por dentro, el mentiroso, el antipatriota, el amigo de los ricos y enemigo de los pobres, el cowboy, el Texano,el firmador de sentencias de muerte George Bush.
Ahora que el Texano y sus secuaces y lacayos estaban en el poder del país mas poderoso de la faz de la tierra y de todos los tiempos, ya solo les faltaba el día grande para poner en marcha la maquinaria de guerra y poder presentar al patético del Arbusto como un líder en tiempos difíciles, como un hombre con principios, como el defensor del sueño americano (más bien pesadilla), en fin como a una especie de mesías para los nuevos tiempos.
Y efectivamente ese día triste para la humanidad, fue el día Grande y esperado por el Texano y
sus secuaces sedientos aún de más poder y de más sangre.